La renuncia de Henri Falcón al PSUV indica un sentir que aun cuando no es generalizado, recoge el sentimiento de unos cuantos de los inscritos en el partido del comandante. Falcón tuvo coraje para decir en público lo que otros por lealtad callan. La palabra lealtad puede cambiarse por miedo. Miedo a represalias, a perder espacios y sobre todo a caer en desgracia como algunos de los que se han atrevido a dejarse llevar por su conciencia y saber distinguir, aunque sea tarde, lo que le conviene o no a este país.
El mismo día de la renuncia de Henri Falcón al partido de gobierno se escucharon las más duras críticas de sus ex compañeros. Lo llamaron traidor, vendido, fascista, la presidente de la AN dijo que Falcón llegó a la gobernación de Lara gracias al impulso del presidente y añadió “no brilla con luz propia”. Al menos reconoció que brilla y vaya que es difícil conseguir a un funcionario de este gobierno que brille.
No podía faltar en esta cayapa de insultos contra Falcón la cuota correspondiente al vocero número uno del PSUV y del gobierno a través de su show nocturno en el canal de todos los venezolanos. Para iniciar su análisis dijo que antes de las elecciones de alcaldes y gobernadores, todos los candidatos oficialistas hicieron un juramento de lealtad al líder de la revolución bonita, pasara lo que pasara nadie podía manifestar desacuerdos con el jefe supremo. En el PSUV no se puede disentir, ni opinar distinto al amo. No importa si tiene razón o no, eso es lo de menos.
Falcón manifestó que en el PSUV existe "un mal entendido concepto de lealtad". Para él, el presidente del partido quebrantó los preceptos sobre los cuales los candidatos le juraron lealtad. La renuncia de Falcón es un acto que refleja el no estar de acuerdo con tanto desafuero de parte del máximo gobernante. El renunciante recuperó el fuero de su conciencia y evitó remordimientos posteriores al no seguir los mandatos del prócer del museo militar, quien le ordenó reprimir a los estudiantes en Barquisimeto. Falcón tampoco hizo caso al deseo del presidente de expropiar los terrenos de Empresas Polar, lejos de expropiarlos, prefirió reunirse con los empresarios para buscar un acuerdo.
¿Cuantos Henri Falcón existen en las filas del PSUV? No hay más, había uno y renunció. Hay otros que saben que deben alzar sus voces pero los vence el miedo y la falta de dignidad, no conocen ese dicho que reza “un hombre debe tener siempre el nivel de la dignidad por encima del nivel del miedo”. Para ellos es más fácil callar y obedecer órdenes que seguir los dictados de la conciencia. Ojalá y no sea demasiado tarde para cuando cobren conciencia de lo que está sucediendo y de lo que le están haciendo al país. En el partido de gobierno saben que lo único que vale es lo que diga el presidente, para ellos “obediencia debida y punto final”. Así se empieza, después vendrán los arrepentimientos.
Publicado en
TalCual versión impresa el día 19/03/2010
http://www.talcualdigital.com/ediciones/archive/default.asp?d=19&m=03&a=2010&archivo=n1_21n2.asp&searchstring= el 19/03/2010
el día 03/03/2010
el día 04/03/2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario