Beethoven genio sin comparación
JULIO BORGES OSORIO.
Agitado, impuntual y apurado llegó al restaurante lugar de la cita, una hora de atraso, reconoció que lo olvidó. Con cara seria e intimidante que se tornó amable contó anécdotas y exigió que se le hablara más alto, así se presentó Ludwig Van Beethoven el genio musical más grande de la historia.
¿Cómo ha evolucionado la música desde su primera sinfonía?
La música ha variado mucho y en poco tiempo. Salvo contadas excepciones la mala calidad está presente en muchas composiciones, no solo en las nuevas, yo diría que en la mayoría escritas después de mi primera sinfonía.
¿Qué siente cuando escucha versiones de sus sinfonías en rock o merengue?
Julio no oigo desde hace mucho, soy sordo y eso me ha evitado molestias. Las versiones se convierten en publicidad. Lamentablemente el derecho de autor ha fallado y no he recibido beneficios por el uso sin autorización de mis obras. Por otra parte, cuando mi música es usada en comics me causa alegría y orgullo. Muchos niños han conocido primero mi música que mi nombre y eso me gusta.
La sordera le llegó joven, ¿Cómo pudo componer con esa deficiencia?
Fue triste y difícil. No podía decir a los hombres “gritad, soy sordo” ¡Que humillación, alguien a mi lado oía una flauta distante y yo no! Casi me suicido. Escuchaba los sonidos en mi mente, imaginaba y nada más. Así escribí mi música. La escuchaba dentro de mí.
Dicen que era amargado y de mal carácter ¿Qué puede decir?
Cómo no tener mal carácter ni estar amargado si no tenía el sentido más importante para un músico. A uno lo aceptan como es. En un principio nadie sabía acerca de mi sordera, no quería que lo supieran. ¿Cómo podía confesar tal defecto en el sentido que debía ser en mí más desarrollado que en los demás? De no haber tenido mal carácter con esa deficiencia hubiera sido todo un santo y no un músico.
¿Qué música interpretaría o compondría en estos momentos?
El jazz sería mi tendencia. Es un estilo rico con el que se puede “jugar” e improvisar. Del rock me ha llamado la atención Pink Floyd, lo que hicieron ha perdurado en el tiempo, no tanto como lo mío. Va a mantenerse en el tiempo histórico, musicalmente hablando
¿Y el reguetón?
Con ojos desorbitados dijo: “Cuando supe de esa aberración musical, no se puede llamar de otra manera, le di gracias a dios por ser sordo.
¿Como diferencia su música de la de los demás?
Fácil. Antes de mis obras la música era idealista, sólo bella y fácil de escuchar, así componían Haydn y Mozart. Yo fui más mundano, reflejé estados de ánimo, alegrías y tristezas juntas. Nadie componía así. Eso fue clave en el reconocimiento de mis obras sin querer decir que ellos no tuvieran méritos. La música prolonga los estados de ánimo. ¡Lo digo yo que era sordo!
¿Sus contemporáneos decían que era olvidadizo y desordenado?
Si lo era. Me olvidaba de comer…bueno, me metía tanto en mi trabajo que no paraba. No existía el grabador. Tenía que escribir rápido para no olvidar, si hubiera tenido uno…hubiera comido más. ¿Desordenado? mentira, yo sabía donde estaba todo. Cuando buscaba encontraba. Un desordenado ordenado.
Después de casi una hora Beethoven se paró, pidió la cuenta y dijo: “voy a pasar por el conservatorio musical aprovechando que estoy cerca, quiero ver a los alumnos” y desapareció sorteando los carros para cruzar la avenida las Delicias de Maracay. Llegó el mesero y preguntó que íbamos a ordenar. Beethoven otra vez se quedó sin comer.
JULIO BORGES OSORIO.
Agitado, impuntual y apurado llegó al restaurante lugar de la cita, una hora de atraso, reconoció que lo olvidó. Con cara seria e intimidante que se tornó amable contó anécdotas y exigió que se le hablara más alto, así se presentó Ludwig Van Beethoven el genio musical más grande de la historia.
¿Cómo ha evolucionado la música desde su primera sinfonía?
La música ha variado mucho y en poco tiempo. Salvo contadas excepciones la mala calidad está presente en muchas composiciones, no solo en las nuevas, yo diría que en la mayoría escritas después de mi primera sinfonía.
¿Qué siente cuando escucha versiones de sus sinfonías en rock o merengue?
Julio no oigo desde hace mucho, soy sordo y eso me ha evitado molestias. Las versiones se convierten en publicidad. Lamentablemente el derecho de autor ha fallado y no he recibido beneficios por el uso sin autorización de mis obras. Por otra parte, cuando mi música es usada en comics me causa alegría y orgullo. Muchos niños han conocido primero mi música que mi nombre y eso me gusta.
La sordera le llegó joven, ¿Cómo pudo componer con esa deficiencia?
Fue triste y difícil. No podía decir a los hombres “gritad, soy sordo” ¡Que humillación, alguien a mi lado oía una flauta distante y yo no! Casi me suicido. Escuchaba los sonidos en mi mente, imaginaba y nada más. Así escribí mi música. La escuchaba dentro de mí.
Dicen que era amargado y de mal carácter ¿Qué puede decir?
Cómo no tener mal carácter ni estar amargado si no tenía el sentido más importante para un músico. A uno lo aceptan como es. En un principio nadie sabía acerca de mi sordera, no quería que lo supieran. ¿Cómo podía confesar tal defecto en el sentido que debía ser en mí más desarrollado que en los demás? De no haber tenido mal carácter con esa deficiencia hubiera sido todo un santo y no un músico.
¿Qué música interpretaría o compondría en estos momentos?
El jazz sería mi tendencia. Es un estilo rico con el que se puede “jugar” e improvisar. Del rock me ha llamado la atención Pink Floyd, lo que hicieron ha perdurado en el tiempo, no tanto como lo mío. Va a mantenerse en el tiempo histórico, musicalmente hablando
¿Y el reguetón?
Con ojos desorbitados dijo: “Cuando supe de esa aberración musical, no se puede llamar de otra manera, le di gracias a dios por ser sordo.
¿Como diferencia su música de la de los demás?
Fácil. Antes de mis obras la música era idealista, sólo bella y fácil de escuchar, así componían Haydn y Mozart. Yo fui más mundano, reflejé estados de ánimo, alegrías y tristezas juntas. Nadie componía así. Eso fue clave en el reconocimiento de mis obras sin querer decir que ellos no tuvieran méritos. La música prolonga los estados de ánimo. ¡Lo digo yo que era sordo!
¿Sus contemporáneos decían que era olvidadizo y desordenado?
Si lo era. Me olvidaba de comer…bueno, me metía tanto en mi trabajo que no paraba. No existía el grabador. Tenía que escribir rápido para no olvidar, si hubiera tenido uno…hubiera comido más. ¿Desordenado? mentira, yo sabía donde estaba todo. Cuando buscaba encontraba. Un desordenado ordenado.
Después de casi una hora Beethoven se paró, pidió la cuenta y dijo: “voy a pasar por el conservatorio musical aprovechando que estoy cerca, quiero ver a los alumnos” y desapareció sorteando los carros para cruzar la avenida las Delicias de Maracay. Llegó el mesero y preguntó que íbamos a ordenar. Beethoven otra vez se quedó sin comer.
Publicado en el Universal digital el día 24/03/2007
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