Todos absolutamente todos pudimos apreciar con estupor por medio de la televisión y la prensa a un grupo de personas quienes presuntamente son afectos al gobierno y apoyan la LOE, paseándose pacíficamente en sus motos, con sus bates de beisbol, cadenas, bolsas llenas de metras, palos y piedras en el centro de la ciudad capital, cuando por sorpresa y de una manera cobarde y descarada fueron emboscados por una banda de periodistas, adiestrados en quien sabe que cuartel o centro de preparación de fuerzas subversivas, que los golpearon salvajemente hasta dejarlos fuera de combate.
Fue obsceno como los periodistas golpeaban a los bates de los indefensos oficialistas con sus espaldas y costillas, inclusive se reportó que la fuerza de los embates de los periodistas logró hacer trizas algunos bates, causaba dolor con sólo ver como las mandíbulas, pómulos y estómagos de los periodistas se estrellaban de manera inclemente sobre los puños de los inocentes simpatizantes del gobierno, quienes adoloridos por el impacto de los golpes trataban en vano de ganar la lucha, pero era imposible.
Era tal la fuerza y preparación de los periodistas para “guarimbear” que uno sólo de ellos podía golpear los puños de varios simpatizantes del gobierno a la vez, además corrían con la finalidad de cansar y agotar físicamente a los afectos al oficialismo y así causarle daños más fácilmente.
Los periodistas no sólo se conformaron con romper bates y golpear los puños del grupo de simpatizantes con el gobierno, estos manifestaron haber sido golpeados en los pies y empeines por los fuertes estómagos y espaldas de los periodistas. Más tarde comentaron que los golpes parecían “patadas al revés”, como si se tratara de una película en reversa.
Dada esta última información los grupos afectos al oficialismo alertaron a los medios de comunicación del estado que podrían ser “una vez más” víctimas de la manipulación mediática de parte de los medios golpistas fascistas y terroristas, que para desprestigiar a los oficialistas podrían colocar en pantallas de las televisoras al servicio del imperio las filmaciones de los acontecimientos al revés, de forma tal que diera la impresión de que los simpatizantes del gobierno eran quienes golpeaban a los periodistas y no los periodistas a ellos, tal como sucedió.
Ya sabiamente, algunos personajes del más alto nivel dentro del gobierno se pronunciaron en contra de los periodistas, “esas filmaciones colocadas de atrás pa`lante por los canales de TV privados no nos engañarán” acotaron. Seguramente muy pronto la Fiscalía General de la República actuará diligentemente para imputar a los primeros periodistas acusándolos de quebrantar el orden público, pulverizar algunas metras con sus cabezas y romper uno que otro bate.
Así que cuidado con la justicia al revés.
