Para mi el mejor nombre que se le ha dado a nuestra Constitución Nacional es el de “Constitución Clement”, así la bautizó hace unos años el periodista Oscar Yánez, el mismo de “Así son las cosas”. Usted se preguntará ¿y por qué Constitución Clement?, pues cada remiendo o reparo que se le ha hecho a la constitución la hace el “sastre de Miraflores” de acuerdo con sus necesidades. El sastre concienzudamente se mira al espejo ve su vestimenta, busca minuciosamente en donde le aprieta o molesta, prevé que puede aumentar de peso y pudiera apretarle más adelante, así que toma nuevas medidas sin importar si al dueño del traje le queda bien o no. Envía los nuevos patrones y modelos a “sus talleres” de corte y costura ubicados en la Asamblea Nacional y con sucursales en cada tribunal de nuestro país y le fabrican su traje nuevo y a la “medida”.
La gran diferencia entre Clement y "nuestro sastre” es que el primero le toma las medidas al dueño del traje y lo confecciona para que éste se sienta a gusto, como debe ser y no como hace el también llamado “sastre de la Constitución” a quien solo le importa si el traje le sienta bien a él, sólo a él y a nadie más que a él.
No le interesa saber si a los dueños del traje le queda flojo o apretado o le queda bien. En una oportunidad se le ocurrió preguntar si querían modificarlo, según él, le apretaba por aquí y necesitaba sacarle otro poquito por acá. Rotundamente le dijeron “NO”, está bien como está, pero no le importó. Dio órdenes estrictas a los jefes de “sus talleres” y procedieron a hacer los cambios que él requería, de paso, los cambios los hacen volando, con una diligencia única para que el sastre se sienta más cómodo en “su traje”. La opinión de los dueños del traje no cuenta en absoluto.
Los excesos propios de las festividades decembrinas tal vez hicieron engordar al sastre más de la cuenta, por lo que se ha apurado en modificar su traje constitucional. De nuevo empezó a sacarle por aquí y a meterle por este otro lado. Recientemente vimos como con la mayor desfachatez del mundo el “sastre” ordenó la expropiación de la cadena de tiendas ÉXITO, aun estando consciente de que ninguna Ley le permitía hacerlo. Descaradamente ordenó a la Asamblea Nacional a “fabricar” una reforma legal que avalara la expropiación. Raudos y veloces los costureros modificaron la ley de protección al consumidor para aplicarla, y con retroactivo. Que velocidad…que eficiencia. Para aplicar la maldad y drenar el odio no tienen rival.
Que la implementación de la Ley de Educación, la reelección indefinida, (negados por el pueblo en el Referéndum para la reforma), el nombramiento de la Jefa de Estado para el Distrito Capital, las expropiaciones de ÉXITO, CATIVEN y Sambil de la Candelaria, el cierre de RCTV Internacional o lo que se le ocurra al “sastre”, sirva para abrir los ojos y motivar a todos a unirnos para proceder de una manera democrática a través del voto a acabar con esta pesadilla. Ayer fue ÉXITO, mañana puede ser tu casa o tu negocio. Despierta, participa y no permitas que tus trajes los haga “el sastre” a su medida.
Publicado el día 26/01/2010 en
No hay comentarios:
Publicar un comentario