Durante los actos conmemorativos de los tristes y sangrientos hechos ocurridos en el fallido alzamiento militar del 4 de febrero de 1992, al cabecilla de los insurrectos se le escuchó vociferar lo siguiente: “el socialismo resucitó en Venezuela”, el sistema de “libertad e igualdad” estará consolidado en el país en el 2030”, “preparémonos para los próximos 20 años”. Bueno si de aquí a 20 años queda país que gobernar sería un importante logro. Por la vía que vamos es difícil imaginar que en 2030 haya una Venezuela libre y soberana.
La anterior pareciera una sentencia muy dura, pero cuando uno mira hacia el pasado para ver parte de los que nos ha dejado este socialismo revolucionario da pena y tristeza. Pena por lo absurdo de los proyectos presentados como bandera socialista por el gobierno y tristeza por el “dineral” que se han tragado cada una de esas “aventuras” mal llamadas “programas”. Cuesta imaginar al presidente y sus técnicos sumidos en sus sesiones de “brainstorming and creative thinking” para presentarnos luego la ruta de la empanada, los gallineros verticales, los conucos en los techos de las casas, cultivos hidropónicos, cooperativas, más recientemente las areperas socialistas y un montón de ideas surrealistas. Y digo surrealistas porque mejor calificativo no hay. Simplemente han intentado sobrepasar lo real con lo imaginario y lo irracional. Fracasos rotundos y estruendosos y por supuesto no mencionados por el gobierno para ocultar, claro está, la gran cantidad de dinero perdido y cuidar el sentido del ridículo.
En referencia a la “libertad e igualdad” está claro que de esa libertad no gozan todos por igual. Además tenemos una Defensora del Pueblo que vela por los derechos y defiende “no a todo el pueblo”. Es la Defensora de “una parte del Pueblo”. Si al hablar de igualdad se refieren a igualdad en lo social y económico, pues ahí si que la pegaron, pronto todos seremos iguales y estaremos sumergidos en la mas fuerte de las “pelazones” que jamás hayamos vivido. Nos igualarán a todos, pero hacia abajo, a “pelar” todo el mundo por igual.
Las amenazas a la libertad de expresión y a los medios de comunicación, las leyes creadas por el gobierno a su conveniencia, la intolerancia, la siembra de odio, el autoritarismo, la descalificación de los adversarios, la presencia de personal cubano dentro del gobierno, el desastre en las políticas económicas, la capacidad para destruir industrias, fincas, fábricas y pare de contar, nos hacen ver un futuro poco esperanzador. La naturaleza es sabia y cuando un proceso se corrompe, como este socialismo del siglo XXI, con el tiempo y de alguna manera se depura y nuestro país no será la excepción. Venezuela no da para tanto.
Y pensar que al “04 de febrero” le dieron el nombre de “Día de la Dignidad” y cada año lo celebrarán con bombos, platillos, marchas, e insultos para quienes no estén de acuerdo. Se celebra un día en el cual por irresponsabilidad de pocos, perdieron la vida muchos. No hay nada más alejado de la dignidad. Por todo esto y muchas otras cosas más le doy la razón a Winston Churchill quien dijo: "El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria”. Señores lectores, reflexionen y háganse esta pregunta ¿es este socialismo lo que quiero para mi país, para mi familia y mis hijos? Como dicen en el liceo…razone su respuesta.