Es conocida la presencia de personal cubano en diferentes áreas del quehacer nacional, ingenieros y arquitectos de ese país por asalto han tomado posesión de cargos importantes en diferentes ministerios y organismos gubernamentales, cargos que por lógica deberían estar en manos de profesionales venezolanos y ya no lo están. Por este motivo se han quejado, entre otros, los Directores del Colegio de Ingenieros de Venezuela, presidentes de Academias Nacionales y otros grupos gremiales con justificada razón, pero nunca ha habido un reclamo, al menos yo no lo he oído, de parte de aquellos quienes forman parte del personal subordinado a estos invasores con “licencia para invadir” que fueron convertidos en “jefes” por el líder de la revolución bonita.
Tal vez la causa para callar y tragarse la ofensa de tener un jefe cubano, sea cuidar sueldo y empleo. Es probable que los miles de ingenieros y arquitectos subordinados no estén en condiciones de quedarse sin su “quince y último” a estas alturas del partido, es decir…tienen un bozal que no les permite quejarse por tener un jefe que seguramente no está tan bien preparado para asumir su cargo, como sí lo están los profesionales egresados de cualquiera de nuestras universidades…bueno, casi todas, esto último lo digo por las nuevas universidades públicas sacadas de la manga. Ustedes saben cuales son.
¿Que lección de ingeniería o de arquitectura pueden brindarnos los “asesores” cubanos?, ¿en Cuba están más avanzados que nosotros en esos temas? Lo dudo. No creo que en la isla existan puentes, edificios, túneles, carreteras, plantas hidroeléctricas, distribuidores viales o estructuras parecidas a las que nosotros con orgullo podemos exhibir.
Es decepcionante y a la vez un certero golpe a la autoestima de cualquier graduado en una de nuestras universidades, que por motivos estrictamente políticos se le asigne un jefe cubano, cuando el merecedor de ese cargo por meritos y calidad profesional seguramente es usted, su hijo, su sobrina o cualquier amigo. En esta Venezuela socialista y revolucionaria ese cargo NO ES SUYO, es para un “compatriota” cubano que además de tener un buen sueldo y vehículo asignado, vive en lo que antiguamente era el Hotel Caracas Hilton. Si usted es uno de esos empleados que tiene un jefe cubano le pregunto; ¿no le incomoda la situación?, ¿le parece bien? Si está conforme definitivamente no es digno de pertenecer a los gremios de ingenieros y arquitectos de Venezuela. Si no está de acuerdo, ¡no se la cale!
A la manada de ingenieros y arquitectos que ha invadido nuestras oficinas para usurpar nuestros cargos, se le incorpora Ramiro Valdés quien “y que” viene a acabar con el problema del suministro de energía eléctrica. ¿Qué dirá Ángel Rodríguez? a quien el “líder del proceso” lo catalogó de inepto, (el cargo le quedó grande dijo el presidente). Al comandante no le tembló el pulso para rasparlo, ni le importó que “Ángel era uno de esos muchachos que cuando estábamos 'encanaos' en Yare venía de Anzoátegui, traía documentos y llevaba grabaciones que nosotros hacíamos a escondidas…”. Si así fue con Ángel, “su pana querido”, ¿cómo será contigo cuando quiera tu cargo para dárselo a otro cubano más? Eso es traición al pueblo, a la patria, eso si es un comportamiento apátrida. Mientras tanto Esteban, (con permiso de Laureano), sin importarle nada sigue su paso, ordena cadenas, usa la espada de Bolívar para oscuros propósitos, expropia edificios y canta al mejor estilo de Abdalá Bucarán. Ese es el socialismo que nos quieren imponer, así que ya lo vieron, ya lo saben. Entonces amigo ingeniero, amigo arquitecto, ¡ojo pelao!
Publicado en www.analitica.com/va/sociedad/articulos/1583831.asp
el día 09/02/2010
